El 28 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Rabia, una fecha instituida en 2007 por la Alianza Global para el Control de la Rabia (GARC, por sus siglas en inglés) en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta fecha coincide con el aniversario de la muerte de Louis Pasteur, pionero en el desarrollo de la vacuna contra la rabia, y tiene como objetivo aumentar la conciencia pública acerca de esta enfermedad, promover la prevención y destacar los esfuerzos internacionales por erradicarla.
Definición y aspectos clínicos
La rabia es una enfermedad viral zoonótica causada por un virus de la familia Rhabdoviridae, género Lyssavirus. Se transmite principalmente a través de la mordedura de animales infectados, especialmente perros. La incidencia mundial se estima en 59,000 muertes anuales, la mayoría en Asia y África (OMS, 2022). La fisiopatología se caracteriza por la invasión del sistema nervioso central, produciendo encefalitis aguda progresiva. Los síntomas clínicos incluyen fiebre, dolor en el sitio de la mordedura, hidrofobia, agitación, convulsiones y parálisis. La complicación más frecuente es la muerte, pues una vez instaurados los síntomas clínicos, la rabia es prácticamente mortal. El pronóstico depende de la aplicación temprana de la profilaxis posexposición mediante vacuna y, en algunos casos, inmunoglobulina antirrábica.
Foto de Jeffrey Hamilton en Unsplash.
Estadísticas y epidemiología
En el mundo, más del 95% de las muertes por rabia humana se deben a mordeduras de perros infectados (OMS, 2022). En América Latina, los programas de vacunación canina han logrado una disminución drástica de casos en las últimas décadas. Sin embargo, persisten focos endémicos en países con recursos limitados. La Organización Panamericana de la Salud (OPS, 2021) reporta menos de 5 muertes humanas anuales en la región, reflejo de un éxito en las campañas de control.
En México, la rabia humana transmitida por perros fue eliminada como problema de salud pública en 2019, según reconocimiento de la OMS. No obstante, persisten casos esporádicos asociados a fauna silvestre, como murciélagos. El Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE, 2022) indica que, aunque no se han registrado muertes por rabia canina en los últimos años, es necesario mantener los programas de vacunación y vigilancia activa para prevenir su reemergencia.
Importancia histórica y divulgación científica
El impacto histórico de la rabia radica en el desarrollo de la primera vacuna por Louis Pasteur en 1885, hecho que marcó un hito en la medicina preventiva. La rabia ha sido durante siglos sinónimo de temor, debido a su elevada letalidad y transmisión animal-humano. La divulgación científica juega un papel clave en la prevención, al informar a la población sobre medidas básicas como la vacunación de mascotas, el manejo de mordeduras y la importancia de buscar atención médica inmediata.
Derechos humanos
La lucha contra la rabia se relaciona estrechamente con el derecho humano a la salud.
La OMS, la FAO y la OIE han promovido el enfoque «Una Salud» para integrar la salud humana, animal y ambiental en la prevención de la rabia. A nivel internacional, la Estrategia Global para Acabar con las Muertes por Rabia para 2030 constituye un marco legal y ético.
En México, la Ley General de Salud y la NOM-011-SSA2-2011 regulan la prevención y control de la rabia, estableciendo la vacunación canina obligatoria y lineamientos para la atención médica de mordeduras.
Fortalezas y avances actuales
En las últimas décadas, América Latina ha sido referente en el control de la rabia mediante campañas masivas de vacunación animal y educación comunitaria. En México, la Semana Nacional de Vacunación Antirrábica Canina y Felina ha sido clave para reducir casos. Asimismo, la disponibilidad gratuita de vacunas humanas y la capacitación del personal de salud en la atención post-exposición son fortalezas importantes.
Riesgos y perspectivas a futuro
Las oportunidades para el futuro incluyen la ampliación de programas comunitarios, el desarrollo de vacunas más accesibles y el fortalecimiento del enfoque «Una Salud». Sin embargo, persisten riesgos como la falta de recursos en áreas rurales, el abandono de animales y la posibilidad de reemergencia de casos asociados a la fauna silvestre.
El Día Mundial de la Rabia constituye un recordatorio de que esta enfermedad, a pesar de ser prevenible, aún causa miles de muertes cada año en el mundo. La historia, la epidemiología y las políticas de control muestran que su eliminación es posible mediante la vacunación animal, el acceso a profilaxis y la educación pública.
Referencias
- Organización Mundial de la Salud (OMS). (2022). Rabies fact sheet. https://www.who.int
- Organización Panamericana de la Salud (OPS). (2021). Rabia: avances en las Américas. OPS.
- Secretaría de Salud. (2011). NOM-011-SSA2-2011, Para la prevención y control de la rabia humana y en los perros y gatos. Diario Oficial de la Federación.
- Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica (SINAVE). (2022). Informe epidemiológico de rabia en México. Secretaría de Salud.
- Global Alliance for Rabies Control (GARC). (2020). World Rabies Day. https://rabiesalliance.org
Foto de portada: Tratado de François Boissier de Sauvages de Lacroix – por biblioteca digital BEIC, dominio público.