La atención a la salud no se limita a la prevención y curación de enfermedades, sino que también incluye el acompañamiento digno de las personas en etapas avanzadas de la vida. En este contexto, los cuidados paliativos constituyen un modelo de atención centrado en aliviar el sufrimiento físico, emocional, social y espiritual de los pacientes con enfermedades crónicas, progresivas o en fase terminal.
El Día Mundial de los Cuidados Paliativos se conmemora cada segundo sábado de octubre, fue estableció en 2004 como una iniciativa global promovida por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor y la Alianza Mundial de Cuidados Paliativos con apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para visibilizar la necesidad de ampliar el acceso a servicios que aseguren una vida digna hasta el final. Cada año, la conmemoración se centra en un lema que busca destacar dimensiones clave, como la equidad, la universalidad de la atención y la compasión. Su finalidad es sensibilizar a la sociedad, impulsar a los gobiernos a desarrollar políticas públicas y recordar que los cuidados paliativos son un derecho humano básico, no un privilegio (Worldwide Hospice Palliative Care Alliance, 2021).
Enfermedades asociadas a los cuidados paliativos
Los cuidados paliativos no se limitan a una enfermedad específica, sino que se aplican a múltiples padecimientos crónicos y avanzados. Entre los principales se incluyen cáncer, enfermedades cardiovasculares, enfermedades pulmonares crónicas, insuficiencia renal, cirrosis hepática, VIH/SIDA y enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
El cáncer es uno de los diagnósticos más frecuentes en este contexto. La OMS lo define como un crecimiento descontrolado de células anormales que pueden invadir tejidos y diseminarse a otras partes del cuerpo. Su incidencia global es elevada: en 2020 se registraron alrededor de 19,3 millones de casos nuevos y 10 millones de muertes relacionadas (International Agency for Research on Cancer, 2021). La fisiopatología varía según el tipo de cáncer, pero generalmente involucra mutaciones genéticas que alteran el ciclo celular. Sus complicaciones incluyen dolor intenso, fatiga, obstrucciones orgánicas y deterioro funcional, lo que justifica la integración temprana de cuidados paliativos.
Las enfermedades neurodegenerativas también requieren atención paliativa por su curso progresivo e incurable. En el caso del Alzheimer, se estima que afecta a más de 55 millones de personas en el mundo, con síntomas como pérdida de memoria, deterioro cognitivo, dependencia funcional y, finalmente, la muerte. Su pronóstico suele ser de varios años de evolución, con una carga considerable tanto para el paciente como para las familias.

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Estadísticas globales, regionales y nacionales
A nivel mundial, la OMS calcula que cada año más de 56,8 millones de personas necesitan cuidados paliativos, de las cuales un 78 % vive en países de ingresos bajos y medios, donde el acceso a estos servicios es limitado (WHO, 2020). Menos del 15 % de quienes los requieren efectivamente los reciben, lo que evidencia una brecha preocupante.
En América Latina, los servicios de cuidados paliativos han avanzado de manera desigual. Países como Argentina, Chile y Colombia han desarrollado marcos legales y programas nacionales, mientras que en otras naciones la cobertura sigue siendo insuficiente. En México, el Consejo de Salubridad General estima que alrededor de 700 mil personas requieren cuidados paliativos cada año, en su mayoría pacientes con cáncer y enfermedades crónicas no transmisibles. Sin embargo, solo una fracción de ellos accede a servicios especializados debido a la centralización en grandes ciudades y la falta de capacitación profesional (Consejo de Salubridad General, 2021).
Importancia histórica y social
La idea moderna de cuidados paliativos tiene sus raíces en el movimiento de hospicios liderado por Cicely Saunders en el Reino Unido en la década de 1960, quien promovió un enfoque integral y humanizado en el final de la vida. Desde entonces, este modelo se ha expandido y transformado en un pilar de los sistemas de salud modernos. La relevancia social de los cuidados paliativos se refleja en su capacidad para dignificar la vida, aliviar el sufrimiento y reducir intervenciones médicas innecesarias que prolongan la agonía.
Derechos humanos y legislación
El acceso a los cuidados paliativos está reconocido como parte del derecho a la salud en documentos internacionales como el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. La OMS y la Comisión de Derechos Humanos de la ONU han señalado que negar o limitar el acceso constituye una forma de trato inhumano y degradante.
En México, la Ley General de Salud reconoce desde 2009 el derecho a recibir cuidados paliativos, particularmente para pacientes en etapa terminal. Además, la Norma Oficial Mexicana NOM-011-SSA3-2014 establece criterios para la organización y operación de estos servicios. A nivel legislativo, también destaca la Ley de Voluntad Anticipada, vigente en varios estados de la república, que otorga a los pacientes el derecho a decidir sobre la atención médica que desean recibir en el final de la vida, incluyendo la limitación de tratamientos fútiles.

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Avances actuales, riesgos y perspectivas a futuro
En la actualidad, se han logrado avances importantes como la incorporación de opioides esenciales en listas de medicamentos, la creación de programas de atención domiciliaria y la integración de equipos interdisciplinarios de salud. Asimismo, la investigación en manejo del dolor, cuidados psicológicos y apoyo espiritual ha enriquecido la práctica clínica.
En México, instituciones como el Instituto Nacional de Cancerología y hospitales de alta especialidad han desarrollado programas sólidos de cuidados paliativos, y la formación académica en esta disciplina ha comenzado a incluirse en universidades y programas de posgrado.
El futuro de los cuidados paliativos depende de la consolidación de políticas públicas que garanticen cobertura universal, financiamiento adecuado y capacitación de profesionales de la salud. Entre las oportunidades se encuentran la expansión de la telemedicina, la integración de modelos comunitarios y el fortalecimiento de la educación en la sociedad para desmitificar la muerte y el proceso de morir.
No obstante, persisten riesgos importantes: la inequidad en el acceso, la escasa inversión en sistemas de salud y la resistencia cultural a hablar sobre el final de la vida.
La divulgación científica y la sensibilización social seguirán siendo claves para construir una sociedad que acompañe, cuide y respete a las personas en una de las etapas más delicadas de la existencia. En este sentido, el Día Mundial de los Cuidados Paliativos no solo busca generar conciencia, sino también impulsar transformaciones estructurales en los sistemas de salud y en la cultura social respecto al final de la vida.
Referencias
- Consejo de Salubridad General. (2021). Guía de Cuidados Paliativos en México. Gobierno de México. https://www.gob.mx/salud/csg/documentos/cuidados-paliativos
- International Agency for Research on Cancer. (2021). Global cancer observatory: Cancer today. IARC. https://gco.iarc.fr/today
- Worldwide Hospice Palliative Care Alliance. (2021). World hospice and palliative care day 2021 report. WHPCA. https://www.thewhpca.org
- World Health Organization. (2020). Integrating palliative care and symptom relief into primary health care: A WHO guide for planners, implementers and managers. WHO. https://www.who.int/publications/i/item/9789241510431
- World Health Organization. (2020). Palliative care. WHO. https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/palliative-care
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